Tu ciencia perfecta

Quisiera contemplarte por dentro,
descubrir qué esperas con ese andar tan lento,
quizás atrapar el vuelo de mi cometa,
o entender porqué la rosa se seca.
Nunca quisiste ser igual a otras,
pero te martirisas con la misma historia,
por la que se llora
en cualquier novela;
que mató a Violeta,
que amargó a Lucila,
la que por suerte nos regaló a Gabriela.
A todos preguntas cómo hacerlo
cómo haz de volver a tu Faro, y
reencender la luz que adelantó tu paso.
No te tientes en conjuros,
no adivines tus recuerdos,
si la ciencia de lo que buscas está en tí,
toca tu corazón, esa es la puerta.
Porque la ciencia perfecta es simpleza,
armonía y certeza.
No cuestiones tus devenires,
comienza ahora y
revive,
sin recordar porqué dejaste de ser luciérnaga.